La bendición de la salud.
Ser saludable no significa solo la carencia de enfermedad.
Salud es cuidar nuestro cuerpo y mente como el regalo más preciado. La bendición de la salud va más allá de no padecer una enfermedad, implica el cuidado de nuestro cuerpo y mente con prácticas que impulsen cada vez más un estado de equilibrio.
Nuestro cuerpo y nuestra mente son el hogar de nuestra alma.
Todos queremos habitar en un lugar limpio y acogedor. La bendición de la salud depende del cuidado que proporcionamos al templo en el que habita nuestra alma.
La falta de tiempo para tu salud hoy, será falta de salud para tu tiempo mañana.
Dedica tiempo para cuidarte. La bendición de la salud es también el resultado del tiempo dedicado a promover este estado por medio del ejército mental, físico y espiritual.
Tu cuerpo escucha con atención los mensajes de tu mente.
Practica la bondad contigo mismo enviando mensajes de amor. La bendición de la salud proviene también de los mensajes que le damos a nuestro cuerpo a través de las palabras de nuestra boca.
Tu salud, tu familia y tu propósito son lo más importante.
Invierte en estos tres pilares de tu vida. Una familia que vive en un ambiente de armonía y tener un propósito de vida son generadores de salud.
Un cuerpo saludable y una mente en paz no pueden comprarse.
Usa tu dinero para adquirir lo que incremente tu salud y tu paz. La bendición de la salud no se compra, pero si podemos invertir nuestro dinero en mantener una dieta saludable, y en practicas que promueven la salud.
La salud está determinada en gran parte por lo que comemos.
Que la comida sea tu alimento y, tu alimento, tu medicina. La bendición de la salud está dada por la comida que ingerimos. Los alimentos constituyen el material con el que nuestras células se construyen, seamos sabios en proporcionarle a las células el mejor material posible.
La salud es parte esencial de la felicidad.
Construye tu salud y tu felicidad la incrementará. La bendición de la salud es parte esencial de la felicidad. Sin salud no podemos disfrutar de la vida y por ende, no es posible ser felices cuando estamos enfermos.
«El hombre sabio debería considerar que la salud es la mayor bendición humana». Hipócrates.
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